Consejos para hacer ciclismo de montaña

Ojo cuidado porque la bicicleta de montaña entraña más riesgos que el senderismo u otras actividades al aire libre. Se conjugan la velocidad, un elemento ajeno a ti como es la bicicleta y las irregularidades de un terreno a menudo impredecible como es la montaña.
- Elige la bici que mejor se adapte a ti. Un modelo adaptado a tu altura y tu peso, con el que te sientas cómodo. Acostumbrate a ella antes de salir a la montaña y da pequeños paseos por llanuras, parques, zonas naturales pero poco exigentes.
- Protégete bien. El mejor remedio contra las caídas es una buena protección. No solo te darán más confianza sino que, en caso de que des con tus huesos en el suelo, es probable que lo único que haya que lamentar sea el susto. Así, nunca salgas sin un casco bien ajustado y úsalo también en el desplazamiento por carretera hasta la pista de montaña. Es fundamental para proteger tu cabeza en caso de caídas. Considera también usar rodilleras, coderas, guantes y gafas de protección para mayor seguridad.
- Elige una buena ruta. Familiarízate con la dificultad, el tipo de terreno y los puntos de referencia. Veremos más datos sobre esto más adelante.
- Consulta la meteorología. Pedalear sobre el barro puede tener su punto desafiante, pero quizá prefieras un día radiante de sol. Tenlo en cuenta a la hora de planificar tu sesión de mountain bike. Además, hay bicicletas de montaña más preparadas que otras para terrenos resbaladizos y correosos.
¿Qué llevar para hacer ciclismo de montaña?
Hay quien cree que basta una buena bici para practicar ciclismo, pero por suerte o por desgracia no basta solo con eso. La equipación y los accesorios son importantes, por no decir imprescindibles, para el ciclista de montaña. Aquí van algunos elementos que deberían ir contigo en toda salida en bici de montaña:
- Equipo de seguridad. Casco, guantes (tipo mitón, con las uñas al descubierto, puede valer), gafas de protección contra el sol, viento, polvo y ramas, rodilleras y coderas y la ropa de ciclismo de montaña adecuada: camiseta transpirable, shorts acolchados, zapatillas con buen agarre.
- Herramientas y repuestos. Una bicicleta, recuérdalo, es un vehículo, es decir, una máquina con sus exigencias, cuidados y posibles fallos que tienen que solventar in situ. Llévate una multiherramienta, con sus llaves Allen, destornilladores y demás, pero también una cámara de aire de repuesto, bomba de aire para inflarla, palancas para neumáticas (te ayudarán a sacar la rueda en caso de pinchazo), kit de parches y eslabón de Cadena y herramienta para cadena.
- Hidratación y alimentación. Si no quieres sufrir una ‘pájara’ como la de Miguel Indurain en el Tour del 96, preocúpate bien de hidratarte en todo momento y de ingerir las proteínas necesarias para evitar cualquier bajón de glucosa. Una bolsa de hidratación es muy útil y fácil de usar mientras pedaleas. Respecto a la alimentación, lleva barras energéticas, geles, frutos secos, o cualquier otro snack que te proporcione energía rápida. También es importante subirse en la bici habiendo recibido una buena dosis de hidratos de carbono, energía de lenta combustión que te dará fuerzas para aguantar varias horas encima de la bicicleta.
- Mochila o bolsa para el cuadro. Ahí puedes llevar otros elementos que te pueden ayudar, como un pequeño botiquín con tiritas, esparadrapo, pastillas potabilizadoras y demás elementos de survivalismo. (Recuerda que estás en plena naturaleza, a no ser que hagas la práctica en un circuito cerrado especializado en bici de montaña o bike park). Fuente: https://www.grandvalira.com










